Rubén manda un correo electrónico para solicitar ayuda. Compró un ordenador portátil de la marca Acer con una garantía que caducaba en septiembre de 2006.
Rubén usaba su portátil básicamente para navegar por Internet. "El pasado agosto quise grabar un DVD y no pude. Lo llevé al vendedor, un amigo de confianza, que decidió enviarlo al servicio técnico previa comprobación y copia del disco duro", explica.
A la semana le devuelven el portátil como reparado; lo comprueba, no funciona y lo envía por segunda vez. Rubén se muestra desesperado en su correo electrónico.
"Tardan un mes, lo comprueban de nuevo, no funciona y, por tercera vez lo envían. En todo este tiempo, el servicio técnico me informa de que están en ello. Si cambiar el bloque de la grabadora es cuestión de horas, entonces ¿qué pasa?", se pregunta Rubén. Y se hace otra pregunta: "¿Tengo que dar por perdido el aparato?".
La compañía ofrece una respuesta a la reclamación de Rubén. "En Acer estamos volcados en dar respuesta lo más rápidamente posible a los casos de problemas técnicos que se puedan plantear. Nuestro objetivo es la satisfacción total del cliente con el producto que ha adquirido de nuestra marca. En el momento de la publicación de estas líneas el cliente ya tenía su problema resuelto".
Efectivamente, como sucede bastante a menudo, en el momento de la publicación ya está el problema resuelto (y con mejoría) para satisfacción del cliente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 30 de noviembre de 2006