Sanidad cubrirá desde el año próximo el tratamiento de las personas que padecen alteraciones severas en la distribución de la grasa de la cara -conocidas como lipoatrofias- que padecen como efecto secundario de la medicación antirretroviral que toman contra el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).
El anuncio lo pronunció ayer el consejero de Sanidad, Rafael Blasco, que indicó que la administración sanitaria valenciana correrá con el gasto de esta intervención "para garantizar una mejor calidad de vida de los afectados por VIH-sida" ya que "esta alteración en la cara se ha convertido en un estigma". Según los cálculos del Comité Ciudadano Anti-sida, este problema afecta a 972 enfermos.
La deformación física del síndrome de lipodistrofia asociada a la infección por VIH, no está solo ligada al rostro, sino que afecta a todo el cuerpo. Además, conduce a hipertensión, diabetes y enfermedades coronarias que agravan el estado del paciente e inducen al abandono del tratamiento.
El Col.lectiu Lambda de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales solicitó ayer a la Generalitat más medios para la prevención debido al "aumento significativo" de nuevos casos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de diciembre de 2006