"Estamos firmemente convencidos de que es posible crear muchos puestos de trabajo dentro de un urbanismo sostenible y ése es el reto que los empresarios estamos asumiendo, pero también debemos tener en cuenta que la atención de las necesidades básicas y el progreso de la sociedad conlleva unos costes medioambientales que son necesarios asumir para que el proyecto no sea un proyecto quimérico". El pasado miércoles fue más radical y afirmó que "los empresarios se irán a la ruina y los trabajadores al paro".
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 3 de diciembre de 2006