Más de un millar de personas sufrieron ayer en el aeropuerto de Barajas los retrasos en cinco vuelos de la compañía Air Madrid: uno del jueves con destino a Quito (Ecuador), otro del viernes hacia Santiago de Chile y tres que deberían haber salido ayer hacia Quito, Moluca (México) y Buenos Aires (Argentina). Dos centenares de pasajeros defraudados no aguantaron más y reclamaron a gritos en el aeropuerto que un avión les llevara a los destinos por los que había pagado.
Los del vuelo a Santiago esperaban desde el viernes desperdigados por varios hoteles de la ciudad. Cuando llegaron al aeropuerto, con la misma ropa del día anterior pues ya habían facturado las maletas, y sin que la aerolínea les hubiera ofrecido el almuerzo, se encontraron con los pasajeros el vuelo a Quito de las 11.00. Ellos tampoco habían salido. Comenzaron los gritos de "ladrones" y "estafadores" y los golpes contra el cristal tras el que se guarecían tres empleadas.
Los que iban a Chile pudieron volar a media tarde, con más de un día de retraso; los de Quito lo hicieron anoche; y los de Argentina y México tendrán que esperar a hoy. O eso dice Air Madrid, ya que ninguno de los damnificados confía ya en las promesas de la aerolínea.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 3 de diciembre de 2006