Durante 13 minutos inolvidables, Ronaldinho destrozó al Werder Bremen mientras seguía al pie de la letra la consigna de su entrenador, Rijkaard: "A por ellos", invitó el técnico al equipo la víspera. Ronaldinho obró en consecuencia. Hizo lo que le vino en gana con la pelota, mareó a Fritz, aniquiló los temores de la hinchada a golpe de talento y subido a su espalda, esa con la que le dió un pase a Gio en el minuto 3, se llevó a su equipo al triunfo en 18 minutos extraordinarios.
Van 17 partidos seguidos del Barça sin perder en Europa en el Camp Nou. 17 partidos presididos por la presencia de Ronaldinho. Debutó contra el Matador Puchov y desde entonces, sólo se perdió el siguiente partido en el estadio azulgrana contra el Panionios griego, por lesión. En competición europea, el Camp Nou no ha visto perder al equipo de Rijkaard. Doce partidos y cinco empates consecutivos igualan los 17 que encadenó el Barcelona entre la victoria por 5-0 ante el Fram Reijkiavik y la derrota en la vuelta de octavos contra el CSKA de Moscú (2-3). Como en aquella racha el Barcelona ha conseguido 12 victorias y 5 empates, en un camino jalonado de goles: 44 ha marcado el equipo azulgrana en noches europeas en el Camp Nou desde que el tándem Ronaldinho-Rijkaard mandan en el Barcelona.
A los grandes jugadores se les exige que aparezcan en las grandes ocasiones y eso es lo que suele hacer el de Porto Alegre. Ayer volvió a encarrilar un triunfo como ya lo hizo antes. Su primer tanto transcendental llegó en noviembre de 2004, cuando deshizo el empate con el Milan en la primera fase de la Champions. Después, en marzo de 2005, intentó evitar la derrota ante el Chelsea en octavos, con un gol en Londres. Fue insuficiente.
La última derrota del Barcelona en el Camp Nou se produjo en los cuartos de final de la Copa de Europa de la temporada 2002-2003. Un gol de Zabaleta dio la victoria a la Juventus en el Camp Nou (1-2), y el equipo que entonces dirigía Radomir Antic quedó eliminado.
El barcelonismo se ha acostumbrado al acierto en los penalties, a sus faltas maravillosas -como la de ayer- o a sus jugadas increíbles, pero al tiempo, se ha acostumbrado a salir del campo sin ver perder a su equipo. El Barça de Rijkaard, liderado por Ronaldinho, tiene en su mano escribir otra página en la historia. Justo lo que persigue Ronie.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 6 de diciembre de 2006