Antes de conocer la decisión del juez, uno de los policías, Celestino Rivera, intentó suicidarse en los calabozos de la Audiencia Nacional tomándose todo el bote de pastillas que llevaba para una dolencia cardiaca.
El compañero de calabozo del agente Rivera, el también policía Jesús Parrilla, acusado de revelación de secretos, advirtió a los agentes que los custodiaban en la Audiencia Nacional de que Rivera comenzaba a hablar de forma incoherente.
Entre las últimas frases que pronunció Rivera, su compañero Parrilla pudo entender que había ingerido todas las pastillas que tenía de golpe.
Parrilla avisó al agente que custodiaba el lugar, y entre los dos le provocaron el vómito, tras lo que solicitaron ayuda médica, que le fue prestada de inmediato por los servicios de emergencias, que consiguieron estabilizarle. Los servicios de emergencias del SAMUR-Protección Civil atendieron de inmediato a Rivera -a quien la Fiscalía imputa un delito de revelación de secretos-, que se encuentra fuera de peligro.
Condecoración
Celestino Rivera Santos fue propuesto para una condecoración el pasado mes de julio. Fuentes policiales informaron a Servimedia de que los superiores de Rivera, que ha estado destinado en la comisaría de Puente de Vallecas, propusieron a los mandos del cuerpo que se concedieran al agente la "medalla roja" por su labor en la lucha contra el tráfico de drogas.
Las fuentes consultadas aseguraron que la propuesta de esta condecoración finalmente no prosperó, a pesar de que los superiores inmediatos del agente informaron a favor de la concesión de la misma.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 6 de diciembre de 2006