La madrugada de ayer en el País Vasco volvió a ser escenario de ataques de terrorismo callejero por parte de desconocidos que eligieron el fuego y cócteles molotov como armas arrojadizas. Tres cajeros de la BBK, BBVA y La Caixa en la localidad vizcaína de Plentzia (en la foto un hombre limpia los restos en uno de ellos), el juzgado de paz de Lekeitio, también en Vizcaya, y un autobús de EuskoTren que quedó calcinado en Azpeitia (Guipúzcoa) fueron los objetivos de los violentos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 7 de diciembre de 2006