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CARTAS AL DIRECTOR

¿Si no nieva, no hay esquí?

Soy del Principado de Andorra, aunque llevo ya cuatro años viviendo en Zaragoza y éste va a ser el primer puente de la Constitución en el que probablemente no pueda esquiar. El pasado 2 de diciembre estuve en Andorra pensando que por fin podría practicar este deporte que a tantos nos gusta, pero las pistas estaban cerradas. Parece que este año la nieve nos visitará un poco más tarde.

Mientras que los adornos navideños invaden nuestras calles y los maniquíes de las vitrinas llevan días vistiendo esos abrigos que nos solíamos poner para estas fechas, nosotros impacientes aún esperamos la llegada del invierno.

Aún no logro entender qué es lo que está pasando, hasta hace unos días todavía deambulaba en jersey por el paseo de la Independencia -y no era la única-. Algunos le llaman fenómeno de la inversión térmica, otros simplemente creen que los vientos no soplan hacia la dirección que corresponde. Según el servicio Meteorológico de Cataluña, (SMC) cada vez nevará menos y precipitará menos, lo que repercutirá en nuestros veranos que cada vez serán más secos -y en algunas regiones ya lo han notado el pasado año-. Se sigue investigando.

Tradicionalmente, el esquí era para el Principado de Andorra una fuente de ingresos bastante apreciable y, sin embargo, desde hace dos años se empiezan a desarrollar otras campañas publicitarias de ocio como los balnearios o las compras. Sin ir más lejos, ya hay gente que para sus vacaciones de este puente, ha cambiado sus destinos habituales en la montaña para ir a la playa. Y yo me sigo preocupando, ¿llegará algún día a desaparecer el esquí.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 7 de diciembre de 2006