La regulación de empleo que TVE está llevando a cabo me ha recordado una película de serie B que luego acabó siendo un telefilme: La fuga de Logan. Se trataba de una civilización futura en la cual sólo existían los jóvenes. Lustrosos y relamidos jóvenes con tupé que llevaban en el dorso de la mano una luz que al enrojecer les anunciaba su fin. Luego participaban en un ritual de suicidio colectivo con música y palomitas al estilo de la superbowl.
Pronto nuestras empresas serán así. Los bancos, los canales de TV, las clínicas y funerarias estarán atendidas por jóvenes empleados caducifolios. Fuera, en los parques los ancianos de 50 años, echarán de comer a las palomas. Viejos cineastas y caducos escritores contarán batallitas a ingenieros jubilados. Excelente panorama. ¿Tendremos que huir como Logan? ¿Hacia dónde.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 8 de diciembre de 2006