El juez Baltasar Garzón, que inició un procedimiento contra Pinochet por genocidio, terrorismo y torturas, y trató en 1998 de lograr su extradición desde Londres, declaró ayer a la cadena SER que "la acción judicial tiene que continuar porque las víctimas no sólo fueron de Pinochet, sino de otras personas, militares o no militares, que estuvieron implicados en los hechos".Y añadió: "Mi recuerdo en este día va directamente a las víctimas"
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 11 de diciembre de 2006