Setenta millones de años han pasado desde que el plesiosaurio, cuyo descubrimiento anunció el pasado lunes un equipo científico argentino, habitó en lo que ahora es la Antártida. En aquel entonces los océanos en los que nadaba este reptil marino eran mucho más cálidos. El esqueleto fosilizado completo de un ejemplar joven de esta especie -mide 1,5 metros, cuando los adultos llegaban a los 10- es uno de los "más completos jamás hallados y sin duda el mejor articulado (con sus huesos unidos), de todos los hallados en la Antártida". Así lo destacaron los científicos, que colaboraron con colegas estadounidenses en la expedición al norte de la Península Antártica en la que encontraron el fósil.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 13 de diciembre de 2006