Barcelona se dividirá en 73 barrios. Así lo aprobó ayer el Ayuntamiento, con los votos del PSC e ICV-EUiA. Esta división, totalmente vacía de competencias, echa a andar con muchas voces críticas. CiU, el PP y la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) aseguran que los nuevos barrios no contarán con ninguna competencia administrativa y por ello, no ven utilidad al proyecto. Esquerra Republicana, el otro socio del tripartito municipal, no apoya el proyecto de momento y se reserva el voto para cuando llegue al pleno, la próxima semana.
Una comisión de expertos convocada por el Ayuntamiento empezó a debatir la nueva división de barrios hace dos años. Tras la exposición pública del proyecto y la presentación de 2.000 aportaciones por parte vecinos y entidades, las principales novedades del mapa son la partición de la izquierda del Eixample en dos barrios y la consideración de la montaña de Montjuïc y la Zona Franca como "zonas especiales" y no como barrios.
Uno de los cambios que han levantado más ampollas se localiza en Ciutat Vella: con el nuevo mapa, la zona comprendida entre el Born, Santa Caterina y Sant Pere se denominará Antics Palaus, un nombre que no convence a muchos de sus vecinos. También ha causado malestar vecinal la división del Poblenou en cinco barrios y que el Camp de l'Arpa se segregue del Clot. En el distrito de Gràcia, las asociaciones de vecinos discrepan de la suma de Penitents y Vallcarca en un mismo barrio.
"¿Barrios, para hacer qué?", se preguntó ayer el concejal de CiU Joan Puigdollers, quien aseguró que esta división nace "vacía de contenidos" y sin competencia alguna. Puigdollers también lamentó que no se introduzca un reglamento que regule la participación ciudadana.
La FAVB y el PP también se oponen al proyecto. "Esta división es una sinrazón. Es algo puramente administrativo", concluyó Jordi García, secretario de la FAVB. ERC advirtió de algunos "flecos" en el proyecto y por ello decidió reservar su voto "a la espera de que finalmente sea afirmativo", indicó la concejal Pilar Vallugera.
La concejal socialista Assumpta Escarp defendió la división en barrios y aseguró que servirá para ver mejor cuáles son los equipamientos que requieren las diferentes áreas. Todas estas necesidades serán recogidas en el plan de equipamientos que está redactando el Ayuntamiento, indicó Escarp.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de diciembre de 2006