"Esto marca una doctrina que nos preocupa, sobre todo porque no viene de un tribunal cualquiera, sino del Constitucional". Así se expresó ayer el director general de Tráfico, Pere Navarro, al conocer la decisión del alto tribunal. En su opinión, la reforma del Código Penal [ahora en tramitación], que castigará con penas de cárcel a quien conduzca con una tasa en sangre superior a 1,2 miligramos, "pretende evitar precisamente estas situaciones, esta inseguridad jurídica".
El director de Tráfico no ocultaba su malestar por la decisión del Constitucional: "Es para quedarse perplejo que a estas alturas de la película, que con todo lo que ha pasado, con todo lo que hemos aprendido, salga esto; se queda uno de piedra; parece que hay alguien que no sabe de qué va esto de la seguridad vial". Y apelaba a una figura creada recientemente, el fiscal de Seguridad Vial [Bartolomé Vargas]. "Para evita esto, para coordinar esto, es para lo que va a servir el fiscal especial, para evitar sorpresas".
Navarro volvió a criticar el "complejo procedimiento sancionador" en España y alabó el sistema de pago casi automático de la multa que se ha impuesto en Portugal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de diciembre de 2006