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El coleccionista de 'txapelas'

Juan Martínez de Irujo llega a la final de hoy con todo a su favor: trayectoria, juego, afición, incluso el dinero (100 a 40 euros). Pero, en situaciones idénticas, se le ha atragantado el último partido, como en el manomanista del pasado año. Pese a errores puntuales, en tres años y medio como profesional, ya ha obtenido cuatro txapelas en el Manomanista y el Parejas. Sólo le falta el título del Cuatro y Medio que, de lograrlo, podría encumbrarle como un hito de la pelota. De vencer a Barriola, el de Ibero se alzaría con los tres títulos más importantes del año y Aspe se consagraría como la empresa dominadora de los frontones.

Sin complicaciones y sólo con una derrota contra Titín cuando ya estaba clasificado, Irujo ha vuelto a demostrar que es un genio del deporte y que su carácter, como el de Retegi, no se suaviza con las victorias, sino que éstas le aportan un toque de ambición. El ciclón navarro deberá hacer frente a sus nervios y controlar, mediante el terrorífico golpe de sus dos remos, una final que en muchos sectores se le da por ganada y, además, se le exige espectáculo.

El delantero más completo, tras el tropezón de su habitual rival en estas lides, Aimar Olaizola, deberá elegir entre aguantar el peloteo de Barriola o tratar de vencer el encuentro de manera expédita. Una duda de difícil respuesta debido al carácter sorprendente y explosivo de Martínez de Irujo, su verdadero imán con el público.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 17 de diciembre de 2006