Un juzgado de Santander prorrogó ayer el período de detención de un conductor de 21 años que, tras estrellarse el sábado en una autovía en estado de embriaguez, ocultó supuestamente los cadáveres de dos acompañantes que quedaron abandonados entre la vegetación.
Fueron hallados varias horas después. Según la Delegación del Gobierno, un cuarto joven, que viajaba en el vehículo y que se encuentra en el hospital, también ocultó a las personas que les socorrieron que les acompañaban en el vehículo los dos jóvenes de 18 y 19 años, que finalmente murieron.
El Diario Montañés publicó ayer que los dos jóvenes fallecidos eran árbitros fútbol de la Liga Regional, lo mismo que el conductor del coche y el otro acompañante. El magistrado Fernando Vegas, titular del juzgado de instrucción número 3 de Santander y de guardia durante el fin de semana, ordenó que el conductor del vehículo siniestrado, Adrián G. B., permanezca en prisión en calidad de detenido hasta mañana, cuando deberá comparecer en su juzgado para responder de los dos homicidios por imprudencia que se le imputan.
El accidente tuvo lugar el viernes por la noche, sobre las 22.30, en la autovía S-10, en las cercanías del centro comercial Valle Real, en Camargo. El coche que conducía Adrián G. B. se salió de la autovía S-10, chocó contra el muro de protección y acabó cayendo en una marisma. La Guardia Civil, los bomberos y las asistencias médicas atendieron de inmediato a los dos jóvenes que encontraron en el coche: el detenido, con heridas leves, y un acompañante, J. A. G. B., que sufría heridas graves.
La Delegación del Gobierno asegura que ambos dijeron de forma reiterada a los guardias y bomberos que sólo viajaban ellos dos en el coche. Sin embargo, los servicios de mantenimiento de la autovía descubrieron a la mañana siguiente los cadáveres de los jóvenes F. A. C. y J. L. M. Q. a unos 40 metros de donde se produjo el siniestro, entre la vegetación de la marisma. Según la Guardia Civil de Tráfico, los dos chicos salieron despedidos del coche como consecuencia del impacto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 18 de diciembre de 2006