Ante todo, quisiera felicitar a los responsables de la emisión de una serie como Mujeres. Hacía tiempo que no veía en televisión una serie española que reflejando cómo somos, se aparte algo de los caminos más trillados, se distinga algo de otras series de éxito que todos tendremos en mente y que, podríamos decir, enfocan de manera más amable nuestra realidad. Sin ánimo de criticar a estas últimas, destacaré que lo que me entusiasma de Mujeres es su sentido del humor menos políticamente correcto, más fresco, más popular, más cercano, más de verdad.
Así, se comprenderá mi decepción cuando me he enterado de que Mujeres ha llegado a su fin y no está prevista una segunda temporada. Me parece increíble. Y estoy convencido de que no soy la única persona en España que piensa de este modo.
Por ello, espero que Televisión Española considere la posibilidad de dar continuidad a Mujeres, e incluso su emisión en horario de máxima audiencia en La Primera. Si tantos telespectadores como creo la hemos seguido en La 2, ¿qué éxito no podría tener en el lugar que sin duda merece, por su calidad?
Y lo mismo con el lanzamiento de Mujeres en DVD; imaginen cómo se multiplicarían las ventas si la serie triunfara, como estoy seguro de que sucedería, de emitirse en prime time en La Primera.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 18 de diciembre de 2006