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El pulso con los planes urbanísticos

"Aquí estamos continuamente denegando y modificando proyectos de urbanizaciones". El delegado en Vizcaya de Medio Ambiente asegura que sus relaciones con los ayuntamientos son, en general, buenas, aunque también hay casos de alcaldes que no comprenden el rechazo a un plan urbanístico por un riesgo de inundaciones. "Donde han tenido este problema nos abren la puerta de par en par, porque quieren resolverlo".

Los informes de la Dirección de Aguas del Ejecutivo son vinculantes para cualquier actuación a menos de 100 metros del cauce de un río. El caso más reciente ha sido en Bilbao, por el proyecto de la nueva zona de expansión de la península de Zorrozaurre, el mayor que se acometerá en la capital, con 83 hectáreas de extensión. El consistorio aprobó en un principio el mantenimiento de la tipología actual de la zona en vez de convertirlo en una isla, como se había barajado anteriormente, con el fin de prevenir inundaciones. Esta solución obligaba a construir grandes desagües de al menos 20 metros de anchura.

Pero un estudio elaborado por la Dirección de Aguas concluyó que Zorrozaurre sería el primer lugar en inundarse en caso de una gran avenida y que sólo la apertura del canal de Deusto proporcionaría seguridad. "Han aceptado nuestro criterio", dice Ezkurra.

El Gobierno tiene también otro estudio sobre Zalla que pone en cuestión su desarrollo urbanístico, ya que en la zona de expansión prevista existe un riesgo de inundación con un calado de hasta cuatro metros de altura.

La revisión del Plan Integral de Prevención de Inundaciones ha servido para que, además de plantear soluciones a las posibles avenidas, se incorpore la variable ambiental. Todos los proyectos disponen ahora de una evaluación de impacto ambiental.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 18 de diciembre de 2006