Dos millones de rumanos fueron asesinados o perseguidos por la dictadura comunista, "un régimen ilegítimo y criminal" que "pisoteó la ley y forzó a sus ciudadanos a vivir en las mentiras y en el terror". Éstas son algunas de las conclusiones de la primera investigación oficial sobre los crímenes del comunismo (1945-1989), presentada ayer por el presidente de Rumania, Traian Basescu, ante el Parlamento. El informe ha sido elaborado por una treintena de historiadores.
"En este documento he encontrado las razones para condenar, en nombre del Estado, el régimen comunista", declaró Basescu, que desgranó 21 acusaciones contra la dictadura prosoviética, entre ellas la destrucción de la democracia rumana y la "persecución, en nombre de la lucha de clases, de grupos enteros de la población".
Basescu propuso un día de conmemoración de las víctimas del comunismo, a las que pidió perdón, la creación de un museo sobre la dictadura y la revisión de los libros de historia. El discurso del presidente suscitó las protestas de varios diputados del Partido de la Gran Rumania (ultraderecha), sobre todo de su líder, Corneliu Vadim Tudor, acérrimo defensor del dictador Nicolae Ceausescu, derrocado y asesinado en una revuelta popular en 1989.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 19 de diciembre de 2006