Vemos estos días por prensa, radio y televisión como el señor Zapatero y la señora Álvarez inauguran nuevas líneas ferroviarias que mejoran las comunicaciones en Andalucía y que "refuerzan la cohesión territorial". A simple vista parece todo maravilloso, pero como si de una campaña publicitaria de una compañía telefónica o de una entidad bancaria se tratase, tenemos que irnos a la letra pequeña para encontrar donde está el "truco". Y tiene que irse uno a la letra pequeña de este periódico, porque no la encuentra ni en la radio ni en la televisión.
Con las nuevas líneas el trayecto Granada-Madrid se reduce en una hora y media (un 25 %), pero ¿a qué precio? Antes un billete de ida costaba 35,4 euros y ahora costará 57,8 euros, lo que supone un incremento de 22,4 euros, o lo que es lo mismo un escalofriante 63,2%. Por tanto, el tiempo que se ahorra en viajar de Granada a Madrid nos va a salir a 16,8 euros la hora.
Es de imaginar que casi todo el que viaje de Granada a Madrid pretenderá regresar a Granada (o viceversa). Esa travesía, de un día para otro, ve aumentado su precio en más de 40 euros.
Desde estas líneas me gustaría agradecerle al señor Zapatero y a la señora Álvarez que me "regalen" tres horas de mi tiempo cada vez que quiera viajar a Madrid, pero les agradecería aún más que me regalasen los 40 euros de diferencia, o que al menos fueran a mi jefe para que le pidieran en mi nombre un aumento de sueldo del 63,2% o que me pagase 16,8 euros la hora.
Mientras tanto, no tendré más remedio que coger el autobús para viajar a Madrid, por el módico precio de 30 euros (caja de biodraminas aparte). Luego dirán que hacen políticas sociales...
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 19 de diciembre de 2006