Siete estaciones de esquí alpino españolas permanecen aún cerradas por la falta de nieve. Las otras 21 han ido abriendo muy parcialmente sus pistas en la última semana. A estas alturas de la temporada, la situación en los centros invernales comienza a ser crítica. Las estaciones de esquí abiertas están entre el 10% y el 30% de su rendimiento. Los remontes que funcionan se ubican en las pistas bajas de los centros, las que están acotadas a los cañones que fabrican nieve de manera artificial. A la falta de nevadas se añade otro contratiempo: la escasez de la reserva de agua en la alta montaña debido a la sequía del otoño. Un dato: sorprende, por ejemplo, que con las bajas temperaturas por debajo de cero grados, algunas estaciones de esquí no tengan en funcionamiento la maquinaria que permite elaborar nieve debido a la escasez de agua.
Pese al mal inicio de la temporada, los gestores de la nieve aún confían en que llegue la gran nevada, aquella que permita normalizar las pistas y terminar con la precariedad de sus centros de trabajo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de diciembre de 2006