Dos días después de tomar posesión, el nuevo secretario de Defensa de EE UU, Robert Gates, realizó ayer su primera visita a Irak para, según declaró, "escuchar a los militares sobre el terreno y hablar con los iraquíes". Gates llegó en el día en que se traspasó la seguridad en Nayaf a los iraquíes y que estuvo marcado por la terrorífica normalidad que vive Irak: dos marines muertos en combate, 76 cadáveres encontrados en las calles de Bagdad y tres atentados con 16 muertos, sólo en la capital.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de diciembre de 2006