Apenas dos semanas después de que se anunciara un pacto de caballeros entre cooperativas citrícolas y operadores comerciales para garantizar que se cubrirían unos costes mínimos para las clementinas y naranjas vendidas a la puerta del almacén, todas las asociaciones de productores (Unió-COAG, AVA-Asaja, Fepac y UPA) anunciaron ayer que volverán a la carga en defensa de unos ingresos mínimos garantizados para los agricultores.
El acuerdo de costes mínimos entre cooperativas y operadores comerciales que fue auspiciado por Juan Cotino, consejero de Agricultura, bastó para detener el paro del sector citrícola que habían convocado dos días antes las asociaciones de productores con apoyo de las cooperativas. Pero los esfuerzos por respetar unos costes de 55 céntimos de euro por cada kilo de clementina y 40 céntimos por kilo de naranja, que las asociaciones de productores reconocen, no garantiza nada a los agricultores, la base de la cadena.
Un portavoz de Unió-COAG explicó que descontados los costes de recogida del fruto, limpieza, encerado, embalaje, a los que hay que sumar un mínimo de un 10% de pérdidas de producto en el almacén en condiciones óptimas, "nadie garantiza que al agricultor le queda nada". Los acuerdos de compra y venta se siguen cerrando a resultas, es decir, sin un compromiso de precio para el agricultor que apenas recibe una liquidación si su producción se comercializa con éxito.
Las organizaciones de productores anuncian una serie de movilizaciones que arrancarán a partir del próximo viernes 28.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de diciembre de 2006