Don Alfredo Di Stefano, ejerciendo de comentarista de TVE, vio salir a Butragueño al campo con guantes. Jugaba el Madrid en Rusia, hacía un frío terrible y, pese a ello, Don Alfredo, a modo de crítica, se lamentó: "Gato con guantes no caza ratones". De la máxima de la saeta rubia escapó ayer Ronaldinho, que se puso guantes para combatir la gélida noche barcelonesa y cazó al Atlético de Madrid en el saque de una falta en la frontal del área colchonera. De los 40 libres directos que el Barcelona ha sacado en lo que va de temporada, cinco han sido gol. Uno lo consiguió Deco, contra el Levante en Liga. Los otros cuatro, del gaucho: Zaragoza, Sevilla, Werder Bremen y, anoche, Atlético de Madrid. "Otro gol importante y en un momento del partido importante", elogió el director deportivo azulgrana, Txiki Begiristain, que destacó la colaboración de Iniesta y de Belletti en el desenlace del tiro. Los dos, por instrucción de Ronie, se pegaron a la barrera, complicando la visión a Leo Franco, el portero del Atlético de Madrid. El argentino había reclamado a sus compañeros una barrera de cuatro hombres y se pusieron cinco. Se les sumaron los dos del Barça y por encima de la cabeza del lateral pasó el disparo de Ronaldinho, tocada y buscando el palo más alejado del balón, el del portero. Franco ni la vio. Ronaldinho buscó ese palo en la final del Mundial de Clubes, en Yokohama, cuando ya ganaba el Internacional. Lo rozó. En su día, antes de jugar contra el Werder, probó el tiro raso y luego, durante el partido, la clavó. Ronaldinho no suele improvisar. Ayer ensayó el disparo antes del partido. Más tarde, dio en la diana. Con el de ayer suma 15 goles (12 en Liga, 2 en Champions y uno en el Mundial de Clubes). De ellos, nueve a balón parado: cinco de penalti; cuatro de falta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de diciembre de 2006