Las cuentas del Estado para 2007 superaron ayer su último trámite parlamentario con el apoyo de toda la Cámara, salvo el Partido Popular y Eusko Alkartasuna. El Congreso de los Diputados rechazó más de la mitad de las enmiendas que llegaron del Senado (se aprobaron casi exclusivamente las promovidas por el PSOE). Entre las novedades destaca el aumento de las pensiones de viudedad para las personas con cargas familiares o dependientes. Este colectivo verá equiparada su prestación a la pensión mínima para mayores de 65 años (6.864,62 euros al año), independientemente de su edad.
Las enmiendas aprobadas apenas suponen aumento de gasto (mueven unos 40 millones de euros, según fuentes socialistas) y principalmente consisten en reasignar partidas. Así ocurre, por ejemplo, con la financiación para Cataluña. La partida inicial (3.195 millones de euros) permanece intacta. Lo único que se ha hecho es asignar a proyectos concretos los 169 millones de inversión no regionalizable pendientes de definir.
El vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, destacó el impulso de la productividad y la mejora de las pensiones mínimas como elementos fundamentales del Presupuesto. Solbes avanzó que el Consejo de Ministros aprobará hoy una revisión de las previsiones macroeconómicas para este año y los próximos. La nueva tabla de retenciones del IRPF, acorde con la reforma fiscal, y la reforma de la Seguridad Social completan las medidas económicas.
El Congreso de los Diputados dio también el visto bueno a la reforma laboral firmada con los agentes sociales para reducir la temporalidad y fomentar el empleo estable. La Cámara introdujo mejoras en las bonificaciones al empleo de los discapacitados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de diciembre de 2006