El diálogo a seis sobre el desarme nuclear norcoreano encalló ayer en las sanciones financieras impuestas por Washington a entidades de ese país hace un año, motivo por el que Pyongyang boicoteó el diálogo durante ese periodo, en el que llevó a cabo su primera prueba nuclear el pasado 9 de octubre.
"Ellos [la delegación norcoreana] tienen instrucciones estrictas desde su capital de que no pueden comprometerse oficialmente en el diálogo a seis hasta que tengan resuelto el asunto del Banco Delta Asia (BDA, Macao), y yo no soy un negociador del BDA", dijo el delegado de EE UU, Christopher Hill.
Washington congeló 24 millones de dólares (18 millones de euros) de cuentas norcoreanas en el BDA de Macao al acusar al régimen de Pyongyang de blanqueo de dinero y falsificación de 100 millones de dólares, que relaciona con la proliferación de armas de destrucción masiva.
En un mecanismo paralelo al diálogo a seis entre ambas Coreas (EE UU, Japón, Rusia y China), Washington acordó dialogar sobre este asunto, para lo cual el martes y el miércoles se reunieron los grupos de trabajo estadounidense y norcoreano. Hill mantuvo ayer, cuarto día de diálogo, un "buen intercambio de información" en las diversas reuniones celebradas con la delegación norcoreana.
El secretario adjunto de Estado describió la jornada como un "largo y difícil día". "No fue un día en el que registráramos muchos progresos, esperábamos progresar más de lo que lo hicimos". Las palabras de Hill coincidieron con las del negociador japonés, Kenichiro Sasae, que pocas horas antes señalaba a la prensa que "la situación sigue siendo grave".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de diciembre de 2006