Una feria de Santo Tomás sin chistorra es algo así como unos sanfermines sin toros o una Semana Grande donostiarra sin fuegos artificiales. Así deben de pensar las decenas de miles de personas que cada 21 de diciembre toman Bilbao y San Sebastián para celebrar la fiesta más popular y autóctona del País Vasco. Sin embargo, hay quienes opinan lo contrario y reivindican otro modo "más ético y saludable" de seguir la fiesta "sin instrumentalizar a los animales, consumiendo exclusivamente alimentos ecológicos". Son los miembros de la Asociación Pro Derechos de los Animales, que ayer, por primera vez, montaron un puesto vegetariano en una Plaza de la Constitución donostiarra donde siempre ha reinado la chistorra.
La mejor chistorra es la que no se come, dicen los ecologistas. Han decidido participar en la feria, pese a que reniegan de ella. Lide Treku, miembro de dicha asociación, sostiene que "Santo Tomás es un montaje cruento" para los animales. Por ello, decidieron ofrecer otros productos que sustituyen a la chistorra, como salchichas y hamburguesas vegetales o seitán, una carne vegetal con un alto contenido en proteínas originario de Japón. "Todo es ecológico, sin pesticidas, transgénicos ni productos químicos", asegura Treku.
Como ejemplo de la "barbarie" que supone el mercado de Santo Tomás para los animales, Treku critica el "macabro espectáculo" que se organiza con la cerda que se expone en la Parte Vieja donostiarra. Este año, la puerca, de casi 400 kilos, estaba preñada.
En Bilbao, miles de personas abarrotaron el Paseo del Arenal, espacio recuperado para la fiesta tras finalizar las obras de su aparcamiento. Se instalaron 266 puestos de 148 productores y volvieron a exhibirse aves tras la imposibilidad de hacerlo al año pasado por las medidas de control sanitario adoptadas por la UE ante la amenaza de la gripe aviar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de diciembre de 2006