Un tribunal federal de apelaciones redujo ayer a la mitad la multa de 5.000 millones de dólares -3.810 millones de euros- que la compañía Exxon Mobil debe de pagar para cubrir los daños derivados del peor vertido de petróleo en las costas de EE UU registrado en 1989, cuando el buque Exxon Valdez chocó contra un arrecife y vertió 42 millones de litros de crudo a lo largo de unos 2.400 de kilómetros de la costa de Alaska. La decisión del tribunal federal de San Francisco en uno de los casos no criminales que llevan más tiempo pendientes en el país llega en respuesta a una anterior, de un tribunal en Anchorage (Alaska), que la compañía petrolera apeló en 1994.
Este tribunal fijó en 5.000 millones de dólares la cantidad que Exxon debía pagar a 34.000 pescadores y otros residentes de Alaska cuyos medios de vida se vieron afectados a causa de un incidente que implicó enormes pérdidas para los pescadores y un desastre medioambiental de grandes dimensiones.
Esta es la tercera vez que el caso llega al tribunal de apelaciones de San Francisco, que ya en el 2001 decidió que los 5.000 millones de dólares que Exxon-Mobil tendría que pagar eran "excesivos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de diciembre de 2006