La película Una verdad incómoda sistematiza todas las argumentaciones teóricas y las pruebas empíricas que venimos escuchando desde hace años sobre el cambio climático, de forma que se convierte en una afirmación científicamente irrefutable que el planeta se está calentando. Extrapolando las tendencias actuales, el filme dibuja un escenario de futuro horroroso.
Una reflexión muy interesante de la película es que luchar contra el cambio climático es un imperativo moral para ciudadanos y políticos, porque todavía estamos a tiempo de hacer algo aunque cada vez queden menos oportunidades.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de diciembre de 2006