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CARTAS AL DIRECTOR

Emancipación de las mujeres

Aguilar de Tera, Zamora

El movimiento de emancipación de la mujer es imparable. Los estudios lo evidencian, los hechos lo confirman.

El año pasado, poco antes de las fiestas navideñas, algunas jóvenes deambulaban por las zonas peatonales ajetreadas de una ciudad castellano-leonesa ofreciendo pequeños regalos a los niños. Se trataba de juguetes unisexo, aptos para ambos sexos, niños y niñas, comentaban amablemente las adolescentes. Durante una breve conversación que mantuve con dos de ellas, me explicaron que estaban llevando a cabo una campaña organizada por el Ayuntamiento de la ciudad para poner fin a la distinción de juguetes para niños y juguetes para niñas, ya que, según su opinión y a juicio de los organizadores, las diferencias de juguetes para niños y juguetes para niñas era un resultado de la educación recibida y de las influencias del entorno, las cuales habían tenido y seguían teniendo consecuencias negativas sociolaborales para las mujeres.

Que existen diferencias de comportamiento entre los sexos, entre niños y niñas, entre hombres y mujeres, no lo pone nadie en duda. Pero cuáles de las diferencias existentes entre los sexos son de carácter biológico en el sentido de que han sido "afiladas" por la naturaleza (muchos prefieren usar el término evolución) y cuáles son de carácter cultural o del entorno y que podrían ser modificadas por cambios circunstanciales, está muy debatido hoy en día.

Expertos han constatado a través de numerosos experimentos que si se le presentan a un niño o a una niña de la edad de un día un objeto mecánico y un rostro el comportamiento es diverso. El niño mira durante más tiempo el objeto mecánico, mientras la niña dedica más tiempo a mirar el rostro.

Numerosos investigadores y no investigadores, hombres y mujeres, de todo el mundo han descrito con precisión los estereotipos y barreras que han impedido y siguen impidiendo el éxito de muchas mujeres, y con ello la calidad de vida de muchas familias y el desarrollo socioeconómico en general. Pero, no obstante, el movimiento de emancipación de la mujer va adelante, habiendo conquistado posiciones que hace unos decenios eran impensables.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de diciembre de 2006