Como habitante de la ciudad de Zaragoza y residente en el barrio limítrofe del aeropuerto y base aérea, quiero manifestar mi más radical oposición a que sea elegida la base de Zaragoza como "centro de inteligencia" de la Alianza Atlántica.
Esta oposición se fundamenta en que dicha implantación aumentará necesariamente el tráfico aéreo en la base y sus alrededores y con ello aumentará el nivel de contaminación acústica. Existen informes, de expertos independientes, provenientes del Defensor del Pueblo y del Justicia de Aragón, que así lo corroboran.
Estas instituciones han enviado recomendaciones al Ministerio de Fomento y al Ministerio de Defensa para que tomen medidas para paliar dicha contaminación, sin que hasta la fecha dichas recomendaciones hayan sido adoptadas.
También quiero informar de que el Congreso de los Diputados aprobó por 300 votos a favor y ningún voto en contra una moción (22 de noviembre de 2005) destinada a minimizar el impacto sonoro de los vuelos militares sobre la ciudad de Zaragoza.
Creo que el proponer Zaragoza como "centro operativo" sin haber resuelto el impacto acústico hasta la fecha, no hace sino añadir más problemas a una zona y a unos ciudadanos seriamente afectados por la contaminación acústica probada y reconocida institucionalmente.
Teniendo en cuenta lo anterior, solicito que se busque un emplazamiento más adecuado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de diciembre de 2006