El Consell Executiu aprobará hoy el anteproyecto de ley que permitirá centralizar en el número de emergencias 112 el servicio de atención a todas las llamadas por urgencias sanitarias, de seguridad ciudadana, extinción de incendios o salvamentos. El proyecto fue aprobado ya por el Gobierno de Pasqual Maragall, pero su tramitación, como la de otras leyes, se interrumpió a raíz del adelanto electoral y la consecuente disolución del Parlament.
El proyecto prevé que la recepción y atención de todas las llamadas de urgencia se efectúe a través del número telefónico único europeo 112, con independencia de la administración que deba atender la emergencia.
El nuevo servicio, gratuito y de atención permanente, se dará a conocer a los ciudadanos mediante campañas de información y se ubicará provisionalmente en unas instalaciones situadas en la zona de la Fira II de Barcelona, aunque se tiene intención de instalarlo más adelante en los terrenos del parque Pere i Virgili, en el barrio del Guinardó de la capital catalana.
En el centro de atención y gestión de las llamadas del 112 se atenderán y evaluarán las urgencias y, en su caso, se realizarán los requerimientos de asistencia que se estimen necesarios a los organismos y entidades competentes.
El objetivo del anteproyecto de ley, heredado de la anterior legislatura, es localizar en un único centro los recursos humanos, materiales y tecnológicos que intervienen en las emergencias, así como centralizar las bases de datos, los procedimientos de comunicación y los protocolos de actuación ante urgencias.
El teléfono 112 ya está en marcha en numerosos países europeos y en otras comunidades españolas, como Andalucía, Valencia, Madrid, Canarias y el País Vasco.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 27 de diciembre de 2006