Santiago Segura popularizó en España los juegos de baile con la película La máquina de bailar. El funcionamiento consiste en una alfombra que se conecta a la consola y que posee sensores que actúan como gigantescos botones que se accionan con los pies. En pantalla desfilan iconos de colores que coinciden con los representados en los botones. El reto es pulsarlos coincidiendo con el ritmo de la canción. Dance Dance Revolution de Konami es el más conocido de estos títulos que obligan al jugador a realizar ejercicio aeróbico. Más de 760 escuelas norteamericanas han incorporado estos aparatos en el gimnasio para animar a sus alumnos, obesos mayoritariamente, a ejercitarse.
Empresas de alimentación, como Kraft, ofrecen por nueve dólares alfombras con conexión USB para usarla con el PC y los juegos que van en sus productos. De esta forma dan una imagen más saludable de su marca.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de diciembre de 2006