Manuel Anaya, alcalde de Riola (La Ribera Baixa), salió reforzado el jueves de la asamblea de la agrupación socialista local. El primer edil había retirado las competencias a tres de sus concejales el pasado día 22 después de que estos imposibilitaran la aprobación de los presupuestos de 2007 con dos abstenciones y un voto en contra. Los ediles, tal y como denunció inmediatamente el propio Anaya, condicionaron la aprobación de los presupuestos a modificar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que entró en vigor el 15 de noviembre. Esas pretensiones en materia urbanística "están directamente relacionados con intereses particulares, expresados en reiteradas ocasiones y ante testigos", según dijo en su día Anaya, quien recordó que "acceder a esas pretensiones podría llevarnos a incurrir en delitos de naturaleza penal".
La asamblea acordó, con 16 votos favorables y una abstención (el censo es de 24 militantes), solicitar de las ejecutivas comarcal y nacional del PSPV-PSOE la inmediata expulsión del ex alcalde Antonio García, como inductor intelectual, así como la apertura de un expediente disciplinario a los ediles Consuelo Rubio y Salvador Pascual. Julia Morales, independiente en la lista, se plantea dejar la política.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de diciembre de 2006