La incorporación de Bulgaria y Rumania a la UE supuso ayer un paso decisivo hacia la reunificación entre el Este y el Oeste del continente tras la caída de los regímenes comunistas orientales. Miles de rumanos y búlgaros celebraron su ingreso en la Unión, que suma ya 27 países y 492 millones de habitantes. Los dos nuevos miembros se someterán a una vigilancia especial de Bruselas.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 2 de enero de 2007