La situación es irreversible. La falta de nieve en las pistas de esquí españolas repercutirá an el sector turístico invernal. De momento no ha cundido el pánico, pero la inquietud va calando en todos aquellos sectores que viven de la nieve. En las estaciones de esquí, restaurantes, hoteles y comercios llevan un mes observando preocupados los pronósticos del tiempo en los que, un día tras otro, anuncian anticiclones en lugar de precipitaciones. Y parece ser que durante las próximas semanas el panorama no va a cambiar demasiado. Hay indicios de que no va a nevar hasta el próximo 20 de enero. Tras cancelarse numerosas reservas en el puente de la Inmaculada y en la semana de la Navidad y Fin de Año, los centros invernales han puesto sus esperanzas para salvar económicamente el curso en el grueso de la demanda familiar de la semana de los carnavales en febrero. La situación, sin embargo, es global. Ha nevado poco o, casi nada, en los Pirineos, pero también en los Alpes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de enero de 2007