Pescanova construirá en las costas portuguesas de Mira el primer complejo mundial de producción de rodaballo mientras se mantiene a la espera, con una actitud abierta, de la decisión que tome la Xunta de Galicia en relación con la calificación de suelo para usos de acuicultura, de donde podrían derivarse alternativas homologables a su propuesta de construir una macrofactoría en cabo Touriñán, frustrada por pertenecer ese enclave a la Red Natura de protección ecológica.
En su momento, julio del año pasado, la Xunta señaló como alternativa a los planes de Pescanova para Touriñán la costa de Ribadeo, concretamente la ampliación de la planta de Praia de Lago, hasta 36.000 metros cuadrados, y la construcción en Penedo do Corvo de una planta de 270.700 metros cuadrados. La inversión total en ambos proyectos rondaría los 60 millones de euros.
Fuentes del Ministerio de Economía de Portugal, donde el lunes se firmará el acuerdo con la compañía pesquera, cifran en unos 140 millones de euros la inversión prevista por ésta en la costa de Mira, entre Porto y Lisboa. El complejo ocuparía unas 82 hectáreas y alcanzaría una producción de 7.000 toneladas anuales de rodaballo. El efecto dinamizador de esta instalación sobre la economía regional motiva al gobierno portugués a aportar al proyecto de 45 a 70 millones de euros, que obtendría de fondos europeos.
El complejo generaría unos 350 puestos de trabajo, aunque fuentes sindicales gallegas consideraban ayer altamente improbable esos niveles de empleo, "aunque sea la mayor piscifactoría del mundo".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de enero de 2007