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Bush: "Debió haberse hecho de forma más digna"

El presidente de Estados Unidos, George Bush, aseguró ayer que la ejecución de Sadam Husein debería haberse llevado a cabo "de una manera más digna", y pidió al Gobierno iraquí que realice una investigación a fondo de las circunstancias en las que se consumó el ahorcamiento del dictador.

"Evidentemente, me habría gustado que el proceso [de ejecución] se hubiera conducido de una manera más digna", señaló el presidente al final de la entrevista que sostuvo anoche con la canciller alemana, Angela Merkel. "Sin embargo", añadió, "Sadam Husein fue tratado con justicia. Tuvo derecho a un proceso que él denegó a las miles de personas que martirizó y mató".

Bush dijo estar a la espera de informe que les va a hacer llegar el Gobierno de Bagdad. Tras la polémica desatada por las circunstancias que rodearon al ahorcamiento de Sadam, la Casa Blanca pidió ayer a las autoridades iraquíes que procedan "de la forma más correcta posible" en la ejecución de los otros dos condenados junto a Sadam Husein.

Precisamente ayer, Bush y el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, discutieron esta cuestión en una larga conversación mediante videoconferencia, en la que también intercambiaron ideas sobre la nueva estrategia que Estados Unidos desea poner en marcha en Irak. Sobre la ejecución de Sadam, Bush y Al Maliki coincidieron en que "lo correcto" era investigar las circunstancias en las que se grabó ilegalmente la ejecución, cuyas imágenes suscitaron la ira de los suníes.

Durante la conversación, de casi dos horas de duración, el primer ministro iraquí y el presidente estadounidense también estuvieron de acuerdo en la necesidad de contar con una "fuerza militar suficiente" en Bagdad para frenar la violencia y crear una situación estable en la ciudad.

Por otro lado, la cadena de televisión estadounidense ABC aseguró ayer, citando a funcionarios que pidieron el anonimato, que la Casa Blanca anunciará la próxima semana el reemplazo del máximo responsable militar para Oriente Próximo, John Abizaid, y del jefe de las fuerzas norteamericanas en Irak, George Casey. "El presidente quiere hacer un auténtico barrido", señalaba uno de los funcionarios citados.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de enero de 2007