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Un policía vio la agresión del asesinado en Nochevieja

Las cámaras del servicio de vigilancia del Ayuntamiento de Alcalá registraron en Nochevieja cómo un agente salía del Consistorio, observaba algo, que era una discusión, y luego regresaba al interior del recinto que guardaba. La consecuencia, Ioan Grancea, el vigilante rumano de la pista de hielo temporal situada a pocos metros, moría de dos puñaladas.

Según el jefe de la Policía Local, Ricardo Castillo, el agente, que sigue en activo, "salió del Ayuntamiento cuando le alertó una mujer de la limpieza". Castillo, que también basa sus afirmaciones en la declaración del policía, dice que el agente "no creía que la confrontación fuese más allá de una discusión".

Según relata, el agente reaccionó cuando oyó un grito, momento en el que los jóvenes se marchaban. Luego, regresó al Ayuntamiento para informar por teléfono, ya que no llevaba su emisora. La imagen muestra cómo vuelve a salir y, según el jefe de policía, tras llegar hasta el herido y percatarse de su gravedad, regresa para pedir ayuda sanitaria.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de enero de 2007