"Cerrado por atraco", rezaba ayer un cartel en la puerta de la tienda de electrónica Sony Gallery, en el número 112 de la calle de Bravo Murillo. Dentro, su propietario, Óscar Oto, intentaba poner orden en el caos del medio millar de cajas que había tiradas por el suelo. De madrugada, una banda de ladrones entró en el local, se llevó teléfonos móviles, ordenadores portátiles, aparatos de música, cámaras de vídeo y fotos... Sólo dejaron tirados por el suelo todos los cargadores de los aparatos. "En total nos han robado unos 200.000 euros en aparatos pequeños pero de gran valor", se lamentó el propietario.
La tienda tenía grandes medidas de seguridad, pero los ladrones las inutilizaron. Para ello, primero cortaron la luz y el teléfono en cuatro edificios de la zona y pusieron silicona a la cerradura de la tienda. Luego se las ingeniaron para entrar dentro trepando un muro de unos siete metros y accediendo a la terraza del edificio. Desde allí, entraron al local por un conducto del aire acondicionado y luego hicieron un butrón. Después rompieron las seis cámaras de vigilancia de la tienda y los discos duros de los ordenadores adonde son enviadas esas imágenes.
Los cacos arrancaron también la central de alarmas y la del teléfono y reventaron la caja fuerte, que tenía dentro 14.000 euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de enero de 2007