Las lluvias torrenciales que desde el martes pasado azotan al sureste de Brasil han dejado al menos 35 muertos, principalmente en los Estados de Río de Janeiro y Minas Gerais, según los servicios de Defensa Civil federales. En total, desde que comenzó la época de lluvias en noviembre, han muerto 52 personas en el sureste de Brasil. Aparte de los fallecidos, hay un número indeterminado de desaparecidos y al menos 15.000 personas han tenido que ser evacuadas.
El servicio meteorológico, por su parte, informó ayer de que las fuertes lluvias continuarán al menos una semana más.
"Hemos decidido solicitar ayuda al Gobierno federal (...) No estamos en condiciones aún de calcular las pérdidas materiales, ni siquiera sabemos el número exacto de muertos, pero podemos asegurar que los daños son cuantiosos", afirmó ayer el gobernador del Estado de Río de Janeiro, Sergio Cabral, tras la reunión que mantuvo con el ministro de Integración Nacional, Pedro Brito. El Gobierno federal ha anunciado que destinará 20 millones de euros para aliviar la situación de los afectados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 8 de enero de 2007