El pintor Miquel Barceló abrió el calendario de 2007 en el País Dogon, en Malí, y anotó un año más -el que hace 50- en su exitosa biografía, en la madrugada de ayer, en París, rodeado de un grupo de amigos. El artista, nacido en Felanitx, Mallorca, el 8 de enero de 1957, comenzó divertido otro Año Barceló, en la cresta, con la agenda trufada de hitos. Sopló las velas en un restaurante de raigambre, alrededor de una mesa organizada por el galerista Bruno Bischofberger, con grandes colegas de las letras como Patrick Modiano y Adam Zagajewski, las traductoras Deborah Bonner y Mónica Zugostova y los músicos Pascal Dusapin, Alexandre, Dominique Desplatz y Alain Planés. En la fiesta cómplice y sin sorpresa la minoría de Felanitx fue la más numerosa. También festejaron el aniversario el promotor Gay Mercader, los editores Joan Tarrida y Tito Ferreira, los críticos y comisarios, Bernard Marcade, Marie-Laure Bernadac, Castor Seibel, Amèlie Aranguren y el diseñador Toni Esteva. La próxima gran cita de Miquel Barceló es el día 2 de febrero en Palma de Mallorca, donde con la presencia de los Reyes, mostrará su magna intervención cerámica en la Catedral de Mallorca. Después el día 20 de febrero presentará el montaje escénico y de arte en vivo, Paso doble, con Josep Nadj, que triunfó en el festival de teatro de Aviñón el pasado verano.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de enero de 2007