Fueron los polacos los que detectaron irregularidades en los suministros de crudo ruso en la noche del domingo y su corte total en la mañana del lunes. Ocurrió en la rama principal del oleoducto Druzhba, en la frontera occidental de Bielorrusia, según confirmó la compañía polaca PERN. Polonia y Alemania reciben petróleo a través de estas conducciones que entraron en funcionamiento en 1964 y que transportan 50 millones de toneladas de crudo cada año: 18 millones se destinan a Polonia y 22 millones a las refinerías alemanas.
Polonia tiene reservas para cubrir la demanda durante 80 días e importará crudo por vía marítima, según el viceministro de Economía, Piotr Naimski. Para este funcionario, los problemas surgidos en Bielorrusia muestran que "no se puede confiar en los suministros procedentes de esa dirección". Polonia, que cubre dos tercios de sus necesidades de gas con importaciones de Rusia, está tratando de reducir su dependencia energética de este país.
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Los problemas de dependencia de Rusia en el ámbito de la energía fueron uno de los motivos por los que en noviembre Varsovia bloqueó la negociación de un nuevo tratado de la UE con Rusia. Los polacos se han caracterizado por su defensa de una política energética común de la UE respecto a Rusia y se opusieron a la construcción de un gaseoducto submarino por el Báltico que unirá Rusia con Alemania.
Ucrania se ha manifestado dispuesta a incrementar el tránsito de petróleo ruso por su territorio, al margen de la situación en Bielorrusia, según manifestó Oleksandr Dikusárov, asesor de la directiva de Ukrtransnafta. En vísperas de año nuevo, Ukrtransnafta, Transneft y TNK-BP firmaron un acuerdo de cooperación para incrementar el transporte de crudo por el territorio de Ucrania a nueve millones de toneladas al año y eventualmente a 12 millones de toneladas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de enero de 2007