Qué duda cabe de que el considerable aumento de la población trae consigo un aumento de la degradación del medio ambiente. Estamos rompiendo el orden natural. ¿Hasta cuándo? La crisis de este sistema la impondrá la propia naturaleza cuando sea incapaz de suministrarnos las materias primas necesarias para continuar este desarrollo desenfrenado y anárquico. Moski.
Hablando de España, el Gobierno central debería recuperar con urgencia competencias en materia urbanística en playas, montes, sierras y parques naturales. Habría que hacer un mapa preciso de lugares que ayuntamientos y autonomías no pueden declarar urbanizables sin el permiso expreso de las autoridades centrales de Medio Ambiente. Para que no se repita lo de ese hotel en una playa almeriense supuestamente protegida. Payne.
Me gustaría saber cómo se puede hacer un desarrollo sostenible sin consumir más recursos naturales. Lainos.
¡Sin lugar a dudas! Cada día que pasa destruimos más árboles, le quitamos metros al mar, destruimos flora y fauna y alteramos todo nuestro ecosistema, sin importarnos qué mundo le estamos dejando a nuestra descendencia. Solamente importa hacerse rico, a cualquier precio. Gavilani.
La propia naturaleza se encarga de recordarnos su poder cuando arrasa construcciones efectuadas en correntías o en primera línea de playa. Más que destruir, yo diría que la urbanización del mundo conlleva degradar la naturaleza, y sobre todo la biodiversidad. Porque a las ratas y a las cucarachas les resultará más fácil sobrevivir en cualquier ambiente. JuanGIbañez.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de enero de 2007