La decisión del Gobierno boliviano de aceptar la posible aprobación por dos tercios del voto del nuevo texto constitucional no ha logrado rebajar la tensión política que vive Bolivia y que ahora tiene su epicentro en Cochabamba.
La ciudad, sitiada y ocupada por centenares de cocaleros que piden la dimisión del prefecto (gobernador), Manfred Reyes Villa, fue escenario ayer de un violento choque con otra manifestación de partidarios del dirigente regional, que piden su permanencia. El enfrentamiento concluyó con dos personas muertas y decenas de heridos.
Por su parte, Reyes Villa, enfrentado al Gobierno de Evo Morales porque quiere convocar un referéndum autonomista al que se oponen los cocaleros, responsabilizó en La Paz al Gobierno de los graves enfrentamientos. El Gobierno informó de que efectivos de la séptima división del Ejército estaban preparados para actuar.
Por otra parte, tanto la directiva de la Asamblea Constituyente como los grupos de la oposición han destacado como positiva la decisión del Gobierno y del MAS de aceptar el sistema de votación de la Carta Magna por una mayoría de dos tercios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 12 de enero de 2007