El consorcio de residuos que abarca las comarcas de La Ribera y La Valldigna eligió ayer en Carcaixent a la empresa que gestionará la basura de unos 50 municipios sin consensuar el lugar donde se ubicará la planta de tratamiento, pese a ser uno de los cinco requisitos de la adjudicación. La adjudicataria, una UTE compuesta por Tetma y Lubasa, tiene a partir de ahora una moratoria de tres años para buscar el lugar idóneo, después de que el alcalde de Tous, Cristóbal García, del PP, rechaza su ubicación en el pueblo por el rechazo de los vecinos y de la oposición, que protestaron contra la instalación del vertedero frente al antiguo convento de las Dominicas, donde se reunían los miembros del consorcio de residuos.
La adjudicación a Tetma-Lubasa, que superó en la baremación a otras seis ofertas, contó con 207 votos favorables de los representantes municipales del PP, así como los de la Diputación y la Generalitat. Votaron en contra los delegados del PSPV, EU y Bloc, que sumaron 58 votos, mientras que se registraron cuatro abstenciones procedentes de delegados de formaciones independientes.
El alcalde de Gavarda, Pere Muñoz, portavoz del Bloc, puso el dedo en la llaga al resaltar la "contradicción" que supone adjudicar la gestión de los residuos urbanos sin saber dónde irá la planta, pese a que el primero de los criterios del pliego concede 25 puntos al "consenso con los Ayuntamientos y propietarios" sobre dónde se instalará. Los socialistas, según el alcalde de Benimodo, José Luis Sanchis, cuestionan la "ausencia de consenso" y afirman que la decisión del PP "obedece a criterios economicistas".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de enero de 2007