El Gobierno autorizó ayer la libre transmisión de estancos y la reducción de la distancia mínima obligatoria entre ellos hasta 150 metros. Con estas medidas liberalizadoras, los propietarios de este tipo de establecimientos podrán traspasarlo sin necesidad de realizar ningún trámite extraordinario. Asimismo, se establece el sistema de venta a través de máquinas expendedoras para limitar el acceso de los menores al tabaco.
Con estas medidas, el Ejecutivo pretende introducir una mayor competencia en el sector del tabaco. Desaparecen también las limitaciones diarias de venta establecidas hasta ahora, así como las que existían para el transporte de labores de tabaco.
La norma establece, además, el sistema de venta a través de máquinas expendedoras de tabaco siempre y cuando tengan instalado el dispositivo de limitación de venta a menores, como ocurre desde principios de 2007 con los bares y restaurantes. Así se espera contribuir al desarrollo de los objetivos marcados por el Ejecutivo socialista en materia de salud en la Ley Antitabaco.
La aplicación de dicha normativa ha reducido el 8% la facturación de los estancos, según los gremios de estanqueros.
En cuanto a la actividad de los mayoristas, el decreto elimina la exclusividad y la necesidad de rotulación e identificación externa de los medios de transporte, así como los de almacenamiento, con el fin de facilitar la entrada de otros distribuidores. Las licencias de ámbito nacional que concede la administración también se verán alteradas, y podrán otorgarse licencias para un territorio determinado. Finalmente, se elimina la obligación de llevar libros especiales a los mayoristas para el control de venta, puesto que la información ya se contiene en los libros y registros que se requieren para las aduanas, y se establece la tramitación telemática como regla general.
En España, excluidas las islas Canarias, hay 16.086 concesiones que forman parte de la Red de Expendedurías de Tabaco y Timbre. El comercio al por menor del sector en España pertenece al Estado en régimen de monopolio, y éste lo explota a través de los permisos que concede.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de enero de 2007