Nada más lejos de mi intención que chivarme a los poderes fácticos, pero no me parece razonable que alguien como Enrique Murillo ignore que Michiko Kakutani es una mujer y hable del "... imposible y taciturno Michiko Kakutani, crítico de The New York Times...", y añada "... escribe Kakutani, poco propenso a la generosidad", en la reseña que Murillo hace del escritor estadounidense Dave Eggers en la edición de EL PAÍS del martes 9 de enero. El que avisa no es traidor.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de enero de 2007