La montaña de Montserrat fue visitada el año pasado por 2.350.000 personas, unas 100.000 más que en 2005, y se afianza como el tercer destino turístico de Cataluña, por detrás de la ciudad de Barcelona y de Port Aventura. La cifra supone una clara tendencia a la recuperación tras el descenso que tuvo lugar a partir del verano del año 2000, cuando una gran tormenta inundó buena parte de las instalaciones hoteleras y comerciales y se llevó por delante la zona donde se preveía construir la estación superior del tren cremallera.
Las obras para recuperar la normalidad en Montserrat influyeron en un notable descenso de visitas, que en los años inmediatos al aguacero se quedaron por debajo de los dos millones de personas.
El Patronato de la Montaña de Montserrat, que es el organismo gestor de la zona, contabiliza los visitantes a través de la ocupación del aparcamiento de 444 plazas situado junto al monasterio, de los viajes del tren cremallera y de los que realiza el aéreo.
De las cifras se deduce que el tren cremallera sigue ganando terreno como opción de viaje hasta los pies del monasterio. El año pasado, uno de cada cuatro visitantes llegó al monasterio en cremallera (509.475 usuarios, 49.000 más que en el 2005). El desplazamiento en coche es aún la forma más común de llegar a las puertas del santuario: el 65,3% de los visitantes utilizan los vehículos, la mayoría turismos. También se amplía el número de personas que eligen la forma más peculiar de desplazamiento, el aéreo, la cesta colgante que sube y baja de manera incesante desde la carretera C-55, al lado del río Llobregat, hasta el santuario. Más del 8,5% de las personas que llegan a Montserrat lo utilizan.
Este año incidirá en la cifra de visitantes el desprendimiento de rocas en el camino de los Degotalls, que ha afectado parcialmente a la carretera, que se mantiene abierta aunque sólo en parte. El restablecimiento definitivo del servicio está a la espera de un informe definitivo del Instituto Geológico de Cataluña. Los primeros resultados de un estudio serán analizados hoy para decidir cuándo se normaliza el acceso.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 15 de enero de 2007