El Museo Romano de Oiasso, inaugurado en Irún a mediados del pasado julio, atrajo a 16.552 visitantes hasta diciembre. Es una cifra "alta", dijo ayer su directora, Mertxe Urteaga, pero puntualizó que más de la mitad de esas personas acudieron en julio y agosto, cuando el acceso fue gratuito. El reto ahora es presentar una oferta "suficientemente atractiva" para que los ciudadanos asuman que deben pagar una entrada.
La mayoría de visitantes (64%) procede de Irún, mientras que el 23% se ha acercado desde otros puntos de Guipúzcoa. Un 4% acudió del resto de Euskadi y Navarra, e igual porcentaje de otros lugares de España y Francia.
La directora del centro insistió en que la mayor afluencia de visitantes se registró durante los días en los que la entrada, en la actualidad de 4 euros, fue gratuita. Luego se produjo "un cambio radical" y ahora se está dando, "muy poco a poco", una recuperación de asistentes.
Urteaga hace un balance positivo del primer semestre de vida de Oiasso, pero reconoce que las visitas a los museos de arqueología aún no están incorporadas a los hábitos de la ciudadanía al igual que la asistencia a otro tipo de centros culturales.
Con el fin de impulsar el museo, en un par de meses echará a andar el servicio de amigos de Oiasso. El centro ultima un programa además extraordinario de actividades, pero, de momento, ya ha cerrado una decena de actos para este año. En breve abrirá el taller didáctico interactivo Alea jacta est: Mercurio, dios de los viajeros, encabezará un viaje por tierra y mar en el que los participantes tendrán la oportunidad de jugar a las tres en raya, las tabas y otros juegos de la época.
El museo acogerá una serie de conferencias, que arrancará en febrero con El Carnaval romano. Seguirá ofreciendo cursos de arqueología y organizará visitas a distintos yacimientos. No faltarán las exposiciones temporales, como la centrada en la estela de Montserrate.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de enero de 2007