Antonio el Pipa es hoy el representante más genuino del baile clásico, tradicional, de raíz. Su espectáculo fue todo un curso de esta forma de bailar, que indudablemente sigue teniendo su público. Es una forma de seguir el compás rítmicamente, con constantes zapateados de los bailaores. Ello no quiere decir que el resto del cuerpo no tiene importancia. La tiene, y mucha. Cuando El Pipa se deja ir por alegrías, por ejemplo, o por soleares, todo su cuerpo va tejiendo una tupida red gestual sin la que su baile no se entendería en toda su integridad.
Es lo que marca su estilo. Un estilo sobrio, que no desdeña el gesto, pero muy medido, muy discreto. Es así como su baile alcanza una dimensión importante, digna de todas las credenciales para lograr el éxito personal. Un estilo que ha impuesto además a toda su formación, que le sigue con fidelidad absoluta.
De Tablao
Baile: Antonio el Pipa, María José Franco, Carmen Ledesma. Cante: Mariana Cornejo, Juana la del Pipa, Enrique el Extremeño, Morenito de Íllora, Manuel Tañé. Toque: Pascual de Lorca, Pepe del Morao, Juan A. Gómez. Teatro Gran Vía. Madrid, 16 de enero.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de enero de 2007